Pte dic: Africa salvaje

¿Estáis preparados para vivir una gran aventura en familia que os marcará para siempre? Imaginad a vuestros hijos con los ojos abiertos de par en par al ver por primera vez una manada de elefantes cruzando la sabana o al dar de comer a las simpáticas jirafas de Rothschild, rodeados de otras familias con las que compartirán juegos, descubrimientos y risas. Este no es un viaje cualquiera, es una experiencia transformadora que os llevará al corazón de África, donde cada día es una oportunidad para explorar, aprender y crear recuerdos únicos. Viajar con niños a África no solo es posible, es maravilloso. Esta ruta ha sido cuidadosamente diseñada para que las familias se sientan cómodas, seguras y completamente acompañadas en todo momento. Todo está pensado para que podáis disfrutar del viaje sin preocupaciones, con alojamientos acogedores, transporte cómodo, actividades adaptadas para todas las edades y una planificación que equilibra a la perfección la aventura con el descanso.

Cada jornada esconde una sorpresa diferente. Desde safaris que os dejarán sin palabras hasta paseos en barca rodeados de flamencos, caminatas suaves entre cebras y antílopes, visitas a centros de conservación de elefantes, excursiones a islas salvajes y encuentros con la cultura local que enriquecerán la mirada de vuestros hijos y también la vuestra. A lo largo del camino, viviréis momentos compartidos con otras familias que, como la vuestra, han decidido salir de lo habitual para adentrarse en una experiencia auténtica. Y es que hay viajes que se olvidan y otros que se recuerdan toda la vida. Este es uno de esos que os unirá aún más como familia, que despertará la curiosidad de los más pequeños y que os permitirá descubrir el mundo con nuevos ojos. África os espera con sus paisajes infinitos, su fauna impresionante y esa magia difícil de describir que solo se entiende cuando se vive.

Día 1 – El comienzo de la gran aventura: Nairobi nos da la bienvenida 

Nada más aterrizar en Nairobi, comienza esa sensación que solo se vive al llegar a un lugar completamente nuevo. Las familias se instalan cómodamente en el alojamiento, con tiempo para descansar antes de comenzar la primera experiencia inolvidable: la visita al Orfanato de Elefantes Daphne Sheldrick. Los más pequeños quedarán fascinados al ver de cerca a estos adorables gigantes, escuchando sus historias y aprendiendo sobre cómo se cuidan hasta que pueden volver a la naturaleza. Para los adultos, es un momento emocionante y educativo que despierta la conciencia y el amor por la fauna africana. Después, un delicioso almuerzo en el restaurante Tamarindo es el primer contacto con la gastronomía local, en un ambiente acogedor y familiar. Y cuando pensábamos que el día ya no podía mejorar, llega uno de los momentos estrella para los niños: alimentar a las divertidas jirafas de Rothschild. Risas, sorpresa y fotos inolvidables acompañan esta experiencia que quedará grabada en todos. Al final del día, la cena se convierte en un momento de compartir todo lo vivido, mientras los más pequeños comienzan a sentirse como auténticos exploradores.

Día 2 – Safari entre flamencos: naturaleza viva en Nakuru y Naivasha 

Tras un buen desayuno, comienza un viaje por carretera hacia el mítico Lago Nakuru. Las familias disfrutan de paisajes cambiantes y espectaculares mientras se acercan a uno de los lugares más bellos de Kenia. A la llegada, un almuerzo con vistas al lago permite tomar aliento antes de adentrarse en el primer safari del viaje. Aquí los niños viven una verdadera expedición, intentando reconocer animales entre la vegetación, mientras los adultos disfrutan de la majestuosidad del entorno y la emoción del descubrimiento compartido. El traslado al Lago Naivasha al atardecer marca el cierre perfecto para este segundo día. El alojamiento en el Sopa Naivasha Lodge ofrece un entorno natural tranquilo y seguro, ideal para que las familias puedan relajarse. Durante la cena, se convierte en tradición repasar todos los animales vistos, compartiendo anécdotas y celebrando los primeros logros del grupo explorador.

Día 3 – Tierra de fuego y agua: entre cañones y islas salvajes

El día amanece con una promesa de emoción. Hell’s Gate, un parque con paisajes volcánicos impresionantes, se convierte en el escenario de una aventura singular. Las familias caminan entre gargantas, observan formaciones rocosas únicas y descubren el entorno de una manera activa y segura. Es un parque que encanta tanto a los adultos por su belleza geológica, como a los más pequeños por su ambiente casi mágico. Después del almuerzo, llega un momento muy especial: la excursión en barca por el Lago Naivasha hacia Crescent Island. Navegar entre aves y animales semisalvajes es una experiencia sensorial que despierta la imaginación de todos. Caminar por la isla entre cebras, gacelas y jirafas, sin barreras, es algo que pocas veces puede vivirse con tanta libertad y seguridad. Y por supuesto, todos atentos a las aguas… no todas las piedras son lo que parecen. Las carcajadas de los niños y la conexión con la naturaleza hacen de este día uno de los más intensos y auténticos.

Día 4 – Rumbo al corazón salvaje: el Masai Mara nos espera 

Hoy comienza una nueva etapa del viaje: el traslado hacia el legendario Masai Mara. El recorrido por carretera es una auténtica clase de geografía viva, bordeando el gran valle del Rift africano y atravesando paisajes que parecen sacados de una película. Al llegar, las familias se instalan en el MARA KIMANA CAMP, un campamento perfectamente equipado que ofrece comodidad sin perder el contacto con la naturaleza. El resto del día se dedica al descanso, la adaptación al nuevo entorno y la emoción anticipada de lo que está por venir. La cena en el camp es un momento de reencuentro con el grupo y de conexión con el entorno africano. Es aquí donde se empieza a sentir la inmensidad del Masai Mara y donde el silencio de la sabana invita a soñar.

Día 5 – La gran expedición: buscando huellas en la sabana 

Con el primer rayo de sol, comienza una jornada repleta de emoción. Equipados con prismáticos, cámaras y muchas ganas, los exploradores salen en busca de los "Cinco Grandes" y otros tantos animales que pueblan la sabana del Masai Mara. Cada avistamiento es motivo de asombro y alegría, tanto para los adultos como para los niños, que disfrutan reconociendo huellas, sonidos y movimientos. Entre safari y safari, hay tiempo para relajarse, disfrutar del almuerzo en el camp y compartir descubrimientos. Es un día intenso, pero equilibrado, con espacio para aprender, asombrarse y emocionarse. Por la noche, bajo un cielo estrellado imposible de olvidar, las familias se reúnen para contar historias y preparar la jornada siguiente.

Día 6 – Más allá de la aventura: secretos del río Mara 

La segunda jornada en el Masai Mara permite profundizar en la experiencia. Hoy se exploran nuevas zonas, con paisajes diferentes, y se aprende a identificar no solo animales, sino los distintos ecosistemas en los que viven. ¿Quién vive entre los arbustos? ¿Quién domina los árboles? ¿Quién se mueve por los espacios abiertos? Los niños participan como auténticos rastreadores mientras los adultos disfrutan de los silencios, las vistas y la conexión con la naturaleza. Este día consolida el vínculo entre las familias, que ya se sienten parte de un mismo equipo. El Masai Mara deja su huella en todos, no solo por la fauna, sino por la intensidad con la que se vive cada momento.

Día 7 – Despedida entre emociones: un hasta luego inolvidable 

La mañana comienza con el último desayuno en el campamento y una emotiva despedida de los guías y del entorno que ha sido hogar durante los últimos días. El regreso a Nairobi está lleno de conversaciones, recuerdos compartidos y esa mezcla de nostalgia y gratitud que deja un viaje tan especial. Antes de volar de regreso, aún queda una última comida en un restaurante especial, donde las familias se despiden entre abrazos, promesas de volver a encontrarse y la sensación de haber vivido algo que va mucho más allá de un simple viaje

Día 8 – Vuelta a casa con el corazón lleno 

La llegada a España marca el fin de esta aventura. Pero en realidad, no es un final, sino un nuevo comienzo. Porque algo ha cambiado en cada familia: han reído, aprendido, compartido y descubierto que el mundo es más grande, más mágico y más emocionante cuando se vive juntos. Este viaje no termina aquí, continúa en cada historia que contaréis, en cada recuerdo que os arrancará una sonrisa y en cada nueva aventura que os animéis a vivir.

Este no es un viaje cualquiera. Es una aventura diseñada para que las familias descubran juntas la magia de África, donde cada día está pensado para sorprender, emocionar y unir. Desde el primer encuentro con los elefantes huérfanos hasta el último atardecer en la sabana del Masai Mara, cada momento está cuidadosamente creado para que niños y adultos vivan experiencias auténticas, lejos de lo cotidiano y cerca de lo verdaderamente inolvidable. Aquí no solo se observan animales, se despierta la curiosidad, se fortalece el vínculo entre padres e hijos, y se comparte la emoción de cada descubrimiento con otras familias que buscan lo mismo: crear recuerdos que durarán para siempre. Los safaris, las excursiones, las caminatas por islas mágicas y los encuentros inesperados en la naturaleza hacen de este viaje una experiencia multisensorial, educativa y profundamente humana. En este viaje, los niños se convierten en exploradores, los padres en cómplices de aventuras, y todos, en testigos de una África que emociona, que enseña y que conecta. Porque viajar en familia no es solo desplazarse, es vivir juntos lo extraordinario. Descubrid África como nunca antes. De la mano de expertos, en un entorno seguro, y con la compañía de otras familias que, como la vuestra, están listas para vivir la experiencia más emocionante de sus vidas. Este es el viaje que vuestros hijos recordarán siempre. Y vosotros también.

Nuestro querido Capitán Aventura será el gran compañero de esta expedición única por tierras africanas. Con su brújula en mano, su cuaderno de explorador y un montón de secretos por descubrir, acompañará a las familias día tras día para convertir cada momento en una experiencia inolvidable. Guiará a los más pequeños en la búsqueda de huellas misteriosas, organizará divertidos retos de exploración y les enseñará a observar el paisaje como auténticos aventureros. Gracias a él, los niños se sentirán protagonistas de una gran misión: conocer, respetar y disfrutar de la vida salvaje y de la cultura local. Pero el Capitán Aventura no se olvida de los padres: también prepara actividades compartidas, historias alrededor del fuego y momentos especiales para disfrutar en familia, creando recuerdos que durarán toda la vida. Su presencia convierte este viaje en algo más que un safari. Es una aventura educativa, emocionante y profundamente humana, donde todos –pequeños y grandes– descubriréis que explorar juntos es el mayor de los tesoros.