Flandes y Valonia nos ofrecerán un sinfín de posibilidades para disfrutar de lo más selecto de sus ciudades y paisajes que harán perfectas vuestras vacaciones en familia. Bélgica despierta en el visitante una atracción inesperada pero, a la vez, muy intensa. Pese a su pequeño tamaño, Bélgica no dejará de sorprenderte. Su oferta es tan amplia que unas vacaciones en familia resultarán perfectas: sus espectaculares ciudades cargadas de historia, arte, cultura, y ocio, nos dan la bienvenida con un amplio abanico de posibilidades. Bruselas, capital de Europa, hace alarde de la riqueza que siempre la ha sostenido; como claro ejemplo, la Grand Place y edificios que la circundan convierten a esta plaza en una de las más atractivas del mundo. El Mannekin Pis –ese pequeño que hace pis sin complejos en una fuente y que, dependiendo de la época del año, se le viste con curiosos atuendos-, se ha convertido en todo un símbolo de una ciudad cosmopolita llenas de rincones que nos maravillará recorrer. Además de ser la capital europea, albergando así la sede de las principales instituciones comunitarias –entre ellas, la Comisión y el Consejo, junto al Parque del Cincuentenario es también la capital del cómic; es posible pasear por ella siguiendo un sendero de murales de los cómics más famosos: ¡eso hará las delicias de los niños y de los no tan niños! Visita obligada es su Museo que, con una marcada vocación internacional, gira en torno a Tintín y sus célebres aventuras, a los simpáticos Pitufos y al indomable Lucky Luke, entre otros. La arquitectura futurista del Atomium no dejará de sorprendernos, descubriéndonos por doquier una Bruselas llena de contrastes y en la que siempre será un placer saborear sus exquisitos bombones y chocolates, o sus famosas patatas fritas acompañando, cómo no, a una riquísima cazuela de mejillones.
Con la misma intensidad visitaremos las dos regiones más características de Bélgica:
- Flandes o la Bélgica flamenca, una región en la que destacan ciudades como Amberes, Brujas y Gante, con sus centros históricos magníficamente conservados surcados por pintorescos canales, calles adoquinadas y arquitecturas góticas y barrocas que nos transportarán a una época en la que el arte y la cultura fraguaron la auténtica historia de Europa. Ciudades que en cualquier estación del año deslumbran a los visitantes.
- Valonia o la Bélgica francófona, en contraste con el más cosmopolita Flandes, nos sorprenderá por el paisaje más salvaje de las colinas boscosas de la zona de las Ardenas, región tristemente conocida por la batalla que tuvo lugar en ella y que atrae a gran número de visitantes aficionados a la historia contemporánea y más concretamente a la Segunda Guerra Mundial. También descubriremos ciudades como Namur, Mons o la bella Lieja, corte de un poderoso principado episcopal que ha dejado huella.
Descubrir Bélgica es descubrir parte de nuestra propia historia. Desde la cosmopolita y europeísta Bruselas a las medievales Brujas, Amberes, Gante y Lieja, o desde los lugares en los que tuvo lugar la Batalla de Waterloo hasta la Batalla de las Ardenas. Bélgica es sinónimo de historia, ocio y gastronomía, lo que será un placer conocer viajando en familia.
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