Cuando viajas con niños su cara de sorpresa te recuerda que tú un día te emocionabas igual, es el mejor regalo compartido que te puedes hacer. Viajar con niños es inmejorable para descubrir tesoros que ya habías olvidado: una cavidad en la roca, una piedra de cristal pulida en la arena de la playa… estas aventuras en familia son una fuente inagotable de preguntas y algunas respuestas y puedes descubrir que a veces hay que perderse un poco para encontrar el camino, y hasta puede ser divertido. Al viajar con niños llega un punto que no importa cuánto falta por llegar, porque el camino es la aventura y que el aburrimiento es una actitud, no una realidad, y que todo vale para vencerlo. Viajar con tus hijos es bueno para la gestión de expectativas y aprender a ser realista, para acostumbrarse a ser más flexible y permite saborear el tiempo con un ritmo más pausado. Se nos brinda la posibilidad de aprender palabras nuevas en otros idiomas, te da la posibilidad de crear cuadernos de bitácoras llenos de dibujos preciosos y tienes la excusa perfecta para probar todo tipo de transportes divertidos y verificar que todo el mundo a veces llora, grita, o se enfada y que la risa es un idioma internacional, constatando que se pueden hacer amigos y jugar en cualquier lugar. Descubrir nuevos lugares propicia el hecho de probar nuevas comidas y sabores. Viajar con peques es bueno para practicar la paciencia y hace que la familia esté más unida y construye un relato común lleno de momentos inolvidables.

Irlanda Colinas verdes atravesadas por carreteras de un solo carril forradas con paredes de roca conectan con pequeños pueblos donde los lugareños se reúnen en el pub de la ciudad para escuchar conciertos de música tradicional irlandesa. Mirando el paisaje parece que no ha cambiado nada en Irlanda; sin embargo, la última década ha traído consigo una ola de nueva industria y un auge económico, que ha dado lugar a un cambio de lo tradicional. Irlanda es un vasto y complejo de islas, un lugar donde la frase de Lewis Carrol «mientras más cambian las cosas, más permanecen igual» se hace realidad.
Grecia Con una rica historia sobre una de las más grandes civilizaciones de la tierra y una costa mediterránea que llama la atención por sus estatuas, Grecia es un destino ideal para familias. La ciudad capital de Atenas está situada en la costa sureste de la Grecia continental. Al oeste se encuentra el Peloponeso, que fue el hogar de una civilización del Egeo en aproximadamente 2000 AC y se convirtió en una parte importante de la antigua Grecia. Al norte, las colinas verdes sostienen los tesoros antiguos de la mitología como Delphi, pero hoy en día se centran más en la agricultura que el turismo.
Inglaterra Una vez fue el centro del floreciente Imperio Británico, y colonizó tierras de todo el mundo, Inglaterra, hoy es un lugar muy atractivo para los turistas. Londres, ciudad de gran actividad, deja paso a la hermosa campiña Inglesa, con tierras salvajes para explorar. Ciudades enormes, como Manchester y Liverpool, que dieron a luz a más de una banda de rock famosa, aún mantiene tradiciones populares como el té de la tarde. Un país moderno en el siglo 21, y a la vez con gran contenido histórico. Visita ruinas romanas, círculos de piedra, castillos lujosos o aprende en uno de los muchos museos galardonados de Londres.
Italia Con una historia apasionante que implica héroes y gladiadores romanos, una belleza natural que van desde paisajes nevados en los Alpes, acantilados, colinas cubiertas de vides y una cultura que es tan rica como sus cremosas salsas, Italia es un lugar para toda la familia. En el norte se encuentra la Riviera italiana, los Alpes y una de las ciudades más exquisitas del mundo, Venecia. La zona central del norte produce algunos de los vinos más famosos del mundo. También, las verdes colinas de la Toscana salpicadas de ciudades medievales es un lugar fantástico para los niños.
Bahamas Las aguas claras y tranquilas de las Bahamas lo convierten en un oasis de actividades acuáticas perfecto para los niños. Desde bucear con tiburones, navegar en kayak a través de los manglares, las Bahamas significa diversión bajo el sol para toda la familia. La más popular de las islas de Bahamas es Nueva Providencia, hogar de Nassau. Aquí, las playas de arena blanca ofrecen todas las comodidades de los grandes complejos como deportes acuáticos, piscinas frente a la playa… Las Bahamas ofrece una enorme variedad de diferentes islas, cada una con su propio ambiente.
Jamaica Con sus extensas playas de arena blanca, cascadas cayendo y ambiente festivo, el espíritu yeah-mon de Jamaica es contagioso y a los niños les encanta! La Costa de Oro de la costa norte de la isla es la más turística y cuenta con la mayor cantidad de actividades y atracciones. Las dos áreas principales turísticas son Montego Bay y Ocho Ríos. Aunque la costa oeste ha dado la bienvenida a los turistas desde hace décadas, el desarrollo ha sido lento, con pequeños hoteles, restaurantes locales y tiendecillas que te permiten hacer de ello una experiencia más auténtica. Las playas de Jamaica son pura arena blanca y el interior es una maraña de exuberantes trópicos.
Riviera Maya / Yucatán Las playas de arena blanca y aguas color turquesa brillante, la costa caribeña de México, también llamada la Riviera Maya, están especialmente indicadas para familias con niños. Adentrándonos un poco más hacia el interior, encontraremos un paraíso con una historia y una cultura que no tiene parangón en el Caribe. Cancún es el ancla de la industria del turismo, aquí en Yucatán, cerca de la costa de Isla de Mujeres. Al oeste de Cancún está el antiguo asentamiento maya de Chichén Itzá y más al oeste de la ciudad colonial española de Mérida. Al sur de Cancún está la ciudad de Playa del Carmen con servicio de ferry a Cozumel, y un poco más al sur, el asentamiento Maya costero de Tulum.
Alaska Alaska, el paraíso salvaje de Norteamérica. Es uno de los dos únicos estados, junto a Hawaii, que forman Estados Unidos que no limita con otro estado del país. También tiene más costa que todos los estados estadounidenses juntos y es el estado más grande del país con una superficie total de 1.717.854 km². Esta tierra de hielo cerca de la cima del mundo ofrece una perspectiva completamente diferente sobre la vida y los niños se divierten mucho aprendiendo sobre cómo hacer su propia energía en el Wildreness, cómo tallar hielo, cómo desplazarse en trineo y motos de nieve y mucho más. Alaska está lleno de espacios abiertos y preciosos lugares como Anchorage, Fairbanks, La península de Kenai, Seward…
París París es conocida como la Ciudad de la Luz por su gran cultura, esto no es inconveniente para ir con niños ya que disfrutarán comiendo crepes, entrando en las enormes tiendas de golosinas, dando paseos en barco por el Sena y subiendo a la famosa Torre Eiffel. París es una ciudad excitante y el ambiente es contagioso. Los niños encontrarán fascinantes museos, muchos de los cuales son más aptos para los niños de lo que cabría suponer. París se divide en distritos, que son grandes barrios de la ciudad. Los mejores barrios están en el triángulo entre la Torre Eiffel, la Catedral de Notre Dame y la Basílica del Sagrado Corazón. Desde estas zonas tendréis fácil acceso a todos los lugares turísticos de la ciudad.

Viajar con niños es darles la oportunidad de constatar que muchas de las cosas buenas de la vida (un atardecer, por ejemplo) son sencillas y no cuestan nada. Al observar animales, plantas y seres vivos, aprender a respetar y gozar de la naturaleza. Viajar es una enseñanza para los sentidos y podremos disfrutar olores nuevos y exóticos. Cuando viajas con niños tienes la oportunidad de ver el mundo sin prejuicios. Viajar con niños es tener la oportunidad de acompañar a los peques en el descubrimiento del mundo que nos rodea. Aporta a los niños grandes beneficios para desarrollarse social y emocionalmente, les genera una nueva actitud ante la vida y hacia los demás. A través del viaje, disfrutan de buenos momentos en familia, desarrollan un pensamiento más racional, reflexivo y crítico y adquieren nuevos valores y habilidades emocionales y sociales. Aumentamos la capacidad de observación, que incentivará a los niños a adoptar un papel más crítico y reflexivo ante la vida, verán nuevas realidades, conocerán personas diferentes, nuevas culturas, nuevos idiomas, nuevas maneras de hacer… Esta nueva visión de otras realidades potenciará el sentido aventurero y explorador de los pequeños, el de querer conocer y descubrir nuevos lugares que destapará su curiosidad, aprendiendo a ser más respetuosos y tolerantes con los demás y con el medio ambiente. En esta sección te recomendamos algunos destinos maravillosos, donde los viajes en familia se convertirán en aventuras inolvidables.