Holanda es uno de los países europeos y mundiales con mejor calidad de vida y desarrollo del estado del bienestar. Por eso es un destino a tener muy en cuenta en nuestras vacaciones en familia. Holanda es espectacular en cualquier época del año; el transcurso de las estaciones mantiene imperturbable su belleza: su plena floración primaveral, sus picnis o los baños al aire libre en verano, sus parques otoñales y sus pistas de hielo urbanas en invierno son solo un ejemplo de lo que nos puede ofrecer para nuestras vacaciones en familia. Holanda cuenta con un patrimonio cultural que se refleja en sus ciudades, donde tradición y modernidad se entremezclan y forman un binomio perfecto.
Ámsterdam se presenta como una de las capitales más modernas de Europa: sus edificios históricos conviven con las arquitecturas más innovadoras; el ambiente jovial de sus calles es seña de identidad; el barrio de los canales concéntricos, patrimonio de la humanidad, donde podremos hacer un crucero o visitar los magníficos museos como el Rijksmuseum, el NEMO o el Museo de Van Gogh; todo ello convive en plena armonía con el ir y venir de miles de bicicletas.
Rotterdam, la ciudad que nunca duerme, disputa el cetro de la vanguardia a Ámsterdam. Su puerto es uno de los más modernos e importantes del mundo, motor de una de las principales economías centroeuropeas. Su arquitectura caracteriza a la ciudad: sus rascacielos, sus casas cúbicas, el puente de Guillermo, el nuevo Teatro Luxor, el complejo de viviendas sociales de Kiefhoek o la torre Euromast merecen una visita.
La Haya, con sus barrios históricos, sus monumentos y sus kilométricas playas, hacen de ella un destino ideal sobre todo para los más pequeños ya que alberga Madurodam, parque en miniatura que nos muestra cómo es Holanda, y el parque temático Drievliet, idóneo para pasar un día en familia.
Maastricht, ciudad universitaria y europeísta por excelencia, es la más antigua de Holanda, prueba de ello son sus barrios históricos, sus plazas, sus iglesias, sus murallas y sus casas señoriales que se reparten por todo el centro urbano. Leiden, Utrecht, entre otras localidades relevantes, completan la riqueza cultural del país.
Además, pese a ser un país pequeño, nos ofrece una rica variedad en su naturaleza. Holanda es patrimonio del agua, desde su sinuosa costa hasta sus paisajes acuáticos interiores salpicados de acequias, canales, lagos o simples charcas. Molinos, pólderes y diques han ganado la batalla al mar, en un país donde la tercera parte de su territorio está bajo el nivel del mar. Pero sin duda entre todos los paisajes acuáticos destaca el Mar de las Wadden, ecosistema templado que alberga una rica biodiversidad.
Los tulipanes, los molinos, los canales, las bicicletas, Van Gogh,… en Holanda todo se disfruta al ritmo que quieras marcarte.
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