Unas vacaciones familiares en Hungría nos harán disfrutar de unos estupendos programas culturales, de una sorprendente naturaleza y de un turismo saludable con multitud de tratamientos médicos y de bienestar. Desde el corazón de Europa, Hungría nos descubre su magnífico legado fruto de los pueblos que han jalonado su historia. Conquistada por mongoles, turcos o austriacos, su cultura y su arte expresan el sentir de un pueblo que ha sabido levantarse ante las compulsiones del pasado siglo.
Su capital, Budapest, es una de las ciudades más bellas del mundo. El Danubio encuentra en sus orillas el escenario más espectacular para navegarlo. Realizar un crucero es una de las mejores maneras de descubrir Budapest, desde el Puente Margarita pasando por el impresionante Puente de las Cadenas, la visión de las dos ciudades nos enamorará y nos dejarán sin respiración al contemplar el magnífico Castillo en la zona de Buda, la Fortaleza o el Parlamento en la otra orilla. El atardecer inunda de magia la ciudad y su iluminación nocturna nos descubrirá una nueva ciudad. Pasear por sus monumentales calles y descansar en uno de sus confortables cafés se convertirá en una experiencia inolvidable.
Hungría está salpicada de espectaculares castillos, testigos de su glorioso pasado en entornos naturales de gran belleza. Destacan: el palacio real de Gödöllö, la residencia favorita de la emperatriz Sissí; el castillo de Diósgyör en Miskolc, con sus festivales medievales; o el castillo de Sümeg, donde los niños podrán aprender tiro con arco.
Hungría también es terapéutica pues dicen que sus aguas emergen llenas de magia y que beberlas o sumergirse en ellas mejorará nuestra salud y bienestar. Las aguas termales medicinales son un auténtico tesoro que se nos ofrecen en forma de baños terapéuticos como en la propia capital, pero también en los balnearios del Lago Balatón, el auténtico mar de Hungría, o en las ciudades termales de Gyula, Hajdúszoboszló, Harkány y Zalakaros.
Sus paisajes naturales están muy bien conservados y en ellos podremos practicar un buen número de actividades al aire libre, desde piragüismo en las aguas del lago Tisza, deportes acuáticos en el lago Balatón, senderismo, rutas en bici o a caballo en el Parque Nacional de Hortobágy o en las montañas Matrá.
Hungría es el país de las sorpresas y de las maravillas. Sus entornos naturales y sus bellas ciudades harán de nuestras vacaciones, una experiencia idílica.
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